S. Ignacio, para que comprendamos bien lo que son los Ejercicios Espirituales [EE.EE][1], nos presenta un ejemplo: «porque así como el pasear, caminar y correr son ejercicios corporales, de la misma manera todo modo de preparar y disponer el alma…se llaman ejercicios espirituales» (EE.1). Por eso llamamos Ejercicios Espirituales toda actividad que ayuda a la persona a conocer las propias resistencias, dificultades, «afectos desordenados» (como llama S.Ignacio) y que están presentes en nuestra vida: egoísmo, rencor, envidia, deseos de aparentar, comodidad, considerarme mejor que los otros, vivir «autocentrado», es decir pensando sólo en mí y en mis problemas, sin solidarizarme con los otros, viviendo la vida con mucho desorden, sin sentido, sin saber por qué y para qué vivo, … Y cuando llegamos a conocer bien todas nuestras resistencias, afectos desordenados, que son los que no nos deja vivir en plenitud, podemos «ordenar la vida» y así alcanzar a estar unidos con Dios viviendo como cristianos verdaderos y haciendo la voluntad de Dios.
[1]Ejercicios Espirituales lo identificamos así: [EE.EE.]